martes, junio 03, 2008

Buen Padre de Familia

Hoy, en la micro, empecé a hablar con mi amigo que estaba al lado mio, sobre nuestros compañeros de colegio. Lo curioso es que no hablamos de ellos en carretes, sino en cuando se iban a casar.

Supongo que es parte del crecimiento, pero no puedo distinguir la delgada linea en donde uno pasa de ser joven a ser adulto.

Donde las responsabilidades cada día son mayores, y conllevan grandes deberes, como el de alimentar a una familia, o la de proveer para tus necesidades.

Las cosas cambian, nosotros cambiamos, todo cambia, y a una velocidad vertiginosamente extrema.

No podemos resistirnos, la edad sube como burbujas, ya no somos niños, somos adolecentes; ya no somos adolecentes, somos jóvenes; ya no somos jóvenes, somos adultos, hechos y derechos.

Todo cambia tan rápido, que es difícil saber cual es el punto de no retorno.

Tal vez no exista ese punto, o sea el momento en que nacemos, o cuando somos concebidos, quien sabe.

Lo único que es claro, es que no hay quien no cambie.

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