sábado, diciembre 29, 2007

Abandono...

Cuando la gente abandona algo, es porque no le importa, porque no le interesa, o simple y puramente porque no le sirve.

Suena natural, simple, y hasta necesario en ocasiones. Algo indeseable, algo molesto, nada mejor que deshacerse de ello.

Es lógico, los hombres nos movemos por utilidad (algunos), otros se mueven por placer y comodidad, hay quienes se mueven por amor, por odio, incluso por rencor.

Es obvio.

Pero la verdad es que es difícil hablar de abandonar a un ser humano.

¿Merece otro ser humano ser abandonado?

O más bien la pregunta es: ¿Quién soy yo para abandonar a otra persona?

Creo, sinceramente, que el abandono es el peor castigo para otra persona. Los golpes son duros, el maltrato es horrible, pero el abandono es lo peor.

No me gustaría ser abandonado, debe ser horrible.

La sola imagen del abandono es brutal, basta ver en la televisión el abandono de niños (es un delito), de ancianos, y nos da tanta pena, que ni podemos imaginarnos ser nosotros los abandonados.

Espero que la próxima vez que traten de hacer esto, lo piensen más de dos veces.

(Me abandonaste... fue hace tiempo, pero sigue doliendo)

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