miércoles, noviembre 21, 2007

Mirror, mirror on the wall (Ángeles y Demonios)...

Ya he hablado sobre lo que porvoca el espejo.

Y las miradas displicentes.

Pero esto ahora va por otro lado.

El domingo en la tarde, tuve una conversación fuerte con una persona especial. Me dijo que me especializo en mostrar los demonios que tengo (de hecho, creo haber escrito una entrada sobre nuestros demonios... pero eso no viene al caso). Me recomendó que debo mirarme, y ver lo bueno que hay en mi. Una vez que me conozca, recién ahí podré mostrar al resto mis ángeles, para esconder los demonios para siempre.

Pero yo le dije que conseguir resultados con la gente que conozco, no es posible, ya que son ellos los que se conocen al revés y al derecho mis temidos demonios. Y ella replicó que eso es lógico, y por eso me debo esforzar por conocer gente nueva, mas eso es difícil para mi.

Pero de eso, hablaré en otra ocasión.

(Pensé que todo sería simple, y lo es, pero el ser simple, lo hace complejo)

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