Sitting, Waiting, Wishing...
Hace no poco tiempo, tuve un encuentro con alguien.Esa persona me dijo en esa oportunidad de que lo mejor esta por venir.
Que detrás de cada mal, hay un bien escondido.
Y esas palabras repercutieron en el futuro.
No las creí en su momento, dado que uno (en el momento) se deja llevar demasiado por las emociones, y por más que lo intentemos, no somos objetivos.
Cegado por lo que esa persona me había hecho, no reparé en sus palabras, mas sí lo hizo mi inconciente, al cual le debo la vida, a esa vocecilla llamada "conciencia", un sabio y gentil consejero que siempre está dispuesto a ayudar.
Pero, ahora, en otro punto, transversalmente distinto, esas palabras llegan de golpe, prácticamente aparecen por esporogénesis.
Y resultan infinitamente ciertas.
Y es que uno debe aprender a ser paciente. Mientras más paciencia, mejor. Es uno de los pocos valores que en exceso sirve, y mucho (sobre todo con mi filosofía de los excesos).
Un hombre paciente en esta vida, encuentra la felicidad, encuentra el gozo de ser humano, encuentra la paz en tiempos de guerra, encuentra al amor, encuentra el éxito profesional, encuentra todos los misterios inasequibles del cosmos.
Y es precisamente el valor que más cuesta cultivar.
Todo en esta vida tiene su precio.
Absolutamente TODO.
No hay nada gratis en esta vida, de eso estoy completamente seguro. Eso sí, se pueden pedir "descuentos" en algunas oportunidades, y esos "descuentos" son infinitamente útiles.
Por eso, no queda más que esperar, sentado, pero listo para correr.
Y trato, por la cresta que trato...
(Santiago, ciudad de la furia, me incandilas con tus luces traicioneras)
Cegado por lo que esa persona me había hecho, no reparé en sus palabras, mas sí lo hizo mi inconciente, al cual le debo la vida, a esa vocecilla llamada "conciencia", un sabio y gentil consejero que siempre está dispuesto a ayudar.
Pero, ahora, en otro punto, transversalmente distinto, esas palabras llegan de golpe, prácticamente aparecen por esporogénesis.
Y resultan infinitamente ciertas.
Y es que uno debe aprender a ser paciente. Mientras más paciencia, mejor. Es uno de los pocos valores que en exceso sirve, y mucho (sobre todo con mi filosofía de los excesos).
Un hombre paciente en esta vida, encuentra la felicidad, encuentra el gozo de ser humano, encuentra la paz en tiempos de guerra, encuentra al amor, encuentra el éxito profesional, encuentra todos los misterios inasequibles del cosmos.
Y es precisamente el valor que más cuesta cultivar.
Todo en esta vida tiene su precio.
Absolutamente TODO.
No hay nada gratis en esta vida, de eso estoy completamente seguro. Eso sí, se pueden pedir "descuentos" en algunas oportunidades, y esos "descuentos" son infinitamente útiles.
Por eso, no queda más que esperar, sentado, pero listo para correr.
Y trato, por la cresta que trato...
(Santiago, ciudad de la furia, me incandilas con tus luces traicioneras)
Ilustrado por su autor de siempre Carlo @ 1:31 p. m.
