Life Is Simple

Soy espectador anónimo de los sucesos, de las penas de esa persona, de esa alma atribulada, de ese ser. Un ser que conocí. Un ser que creí conocer. Un ser que amé. Un ser al que me rendí a sus pies, y que me rechazó.

Pero ese ser olvidó cerrar la puerta, olvidó cerrar la pequeña rendija que separa lo conocido de lo desconocido, olvidó cerrar su corazón.

Es por eso que soy un espectador anónimo, ya que esa persona no tiene conocimiento de que yo sé, de que yo sé lo que pasa por su cabeza, de que yo sé leer sus pensamientos, a pesar de que ya no la veo, a pesar de que aun si la veo, no me deja entrar, pero sigo estando ahí.

Y resulta que entre mirando lo que ocurría dentro de la puerta que dejó abierta, me doy cuenta de que persona es, por medio de esta puerta pude ver su alma desnuda (o al menos la parte que "simula" desnudar), una alma hermosa, pero tan confusa, tan aproblemada, tan cabizbaja, tan pequeña. Me dan ganas de ir a esa alma, y decirle "Levántate alma! No sufras más! No me hagas sufrir a mi, por favor!".

Sé que eso es impensable, y que nunca va a poder ser, pero al mirarla, realmente quiero que se mejore, quiero que deje todas sus trancas de lado, quiero apoyarla, y ser su consuelo, quiero ser una palabra de cariño y amor, quiero que me escuche, sin importar lo testadura que sea.

Pero no puedo, me veo atado de manos y pies, así que solo puedo decirle esto por medio de esta entrada: Recuerda, alma, que sin importar lo que pase, sin importar cuan fuerte sea el viento, y cuan dura sea la vida, siempre sepas que tu espectador anónimo estará ahí, para darte fuerzas, energía y ánimo, que tu espectador anónimo te ama (en el sentido de amistad), y que este espectador anónimo te agradece por lo bien que le hiciste.

La vida está llena de rendijas por las cuales uno puede mirar...