martes, julio 24, 2007

Entremedio de altas ramas, justo al lado del gato que está en ese árbol, están mi dignidad, mi humanidad, mis sueños y fantasías, mi encanto y mi identidad, envueltas en un paquete de color café oscuro. Los escondí del mundo. No recuerdo muy bien porqué lo hice, tampoco recuerdo cuándo lo hice, ni cómo logré hacerlo (le tengo pánico a las alturas y el árbol es lo suficientemente alto como para ir, trepar, y dejarlos atados al tronco).

Nunca me lo pregunté, a decir verdad, simplemente lo hice. Tenía miedo de que la gente me conociera, de que la gente me hiriera, de que me causaran dolor. Ahora que lo pienso es estúpido, necio, hasta insensato. ¿Por qué alguien escondería las cosas buenas que tiene (o tuvo) del mundo? ¿Qué habrá sucedido para que tomara tan absurdamente drástica decisión?

La respuesta es a la vez obvia y desconocida. Llega a gritar, pero el grito es sordo y mudo. De nada sirven las especulaciones.

El motivo es claro. Miedo, temor, terror. A le gente, al daño que me podrían hacer, al daño que me hicieron.

Pero el tiempo ha pasado, y hace falta esos atributos perdidos en la copa del enorme árbol.

Y trato de sacudirlo, par que caigan algunos de ellos. He notado que algunos efectivamente cayeron, y ya los tengo conmigo, pero hay un remanente que queda allá arriba (casualidad de la maldita vida que sean los más importantes).

Y lo único que queda es subirse al árbol a sacarlos.

El tiempo ya no corre ni vuela, es más rápido que el viento, que la luz, incluso. Y queda muy poco.

Sólo queda subirse a esa secoya, a buscar lo que falta, perderle el miedo a las alturas, y lograr el objetivo final.

(Creía que lo iba a encontrarte, pero me encontré con el infierno en el camino)

1Palabra(s)-Ilustrada(s):

At martes, julio 24, 2007 6:02:00 p. m., Blogger Michelle Ilustra...

Creo que esconder tu interior es algo que se puede justificar en ciertos casos, por miedo al fracaso y al dolor.

Mi vida se destaca a veces por arriesgar y más tarde fracasar, y creo que voy comprendiendo qué cosas puedo esconder o guardar y qué cosas no.

De igual manera, puedo decirte que todos tenemos un paquetito café esperando... en realidad no sé qué tanto he dejado ahi, hace muy poco tiempo recupere lo que creí haber perdido, cuesta harto, pero al final todo vale...

Saludos...

 

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