viernes, enero 30, 2009

El Problema del Tiempo (segunda parte)

Hablábamos hace un tiempo sobre este reloj de cuerda. Retrocedía. Algo inusual, periférico, extraño.

Pero por el momento dejaremos la continuación de esa historia para otro tiempo (porque para todo hay un tiempo determinado).

Me he detenido a pensar un poco sobre lo relativo de esta variable. El tiempo.

Muchos hablan de lo absoluto que es. Que es inoportuno, impetuoso, irreverente, inconmesurablemente insolente, inmortal, y continuo asesino que ronda con una impecable impunidad.

Lo es. El perfecto asesino.

Pero no reparamos en lo relativo que es.

Por ejemplo, miremos una pareja que se besa en un parque. Feliz, plena, todo está en el lugar apropiado, todo es perfecto. El pie de la mujer hacia arriba, y el hombre apretándola suavemente contra si. El amor en una unión casi idílica.

Es de esos momentos en que los poetas hablan de que "el tiempo se detiene".

Entonces, ¿entienden mi punto?

El tiempo es una variable relativa. Para cada quien el tiempo es una experiencia distinta, aunque se pueden establecer ciertos patrones de comportamiento de nosotros frente al tiempo y viceversa.

Ejemplo: ¿Han notado que cuando disfrutan mucho de hacer algo, el tiempo "vuela"? Y a contrario sensu, cuando nos aburre alguna actividad, el tiempo parece tomar una eternidad.

El tiempo es algo casi vivo. Sabe cuales son las cosas que nos gustan, lo que nos aburre, conoce todo. Es onmisciente y todopoderoso.

Y bueno, al ser variable, puede ir de atrás para adelante, o viceversa.

El problema es ver cuando va en la dirección correcta.

Etiquetas: ,

0Palabra(s)-Ilustrada(s):

Publicar un comentario

<< Home