viernes, marzo 31, 2006

Maldición (Estupideces de una clase...).

Veo que llega el profesor, tengo que prestar atención, debo enfocarme en el estudio, no hay impedimentos, todo parece estar bien, hasta que por una de esas cosas malditamente estúpidas de la vida, me percato de los atrasados, nunca lo hago, y te veo llegar tarde, con el pelo mojado (te bañaste a la rápida antes de salir, o al menos te mojaste el pelo ahí). No puede ser, perdí la concentración. ¿Por qué siempre me pasa esto? Te veo, y me desenfoco, pierdo el rumbo, aun cuando pienso en ti, sueño y vivo en las nubes, un mundo iluso y de fábulas, totalmente ilógico y carente de significado exceptuando al de que, mientras viva te amaré. No sé si eso es tan así, al menos estoy obseso por ti, de eso no hay duda. Maldita enfermedad...

Trato de volver a mis cabales, por gracia divina te sientas arriba, donde mis ojos no pueden vislumbrar tu belleza, empero la encuentro tan resplandeciente, que muchas veces hago como los insectos, miro y miro, y trato de acercarme con la mirada. Para ellos es fatal, y, desde ese prisma, me considero un insecto. Me matas cada vez que te miro a los ojos. Y el replandor único que tienen, me hace volar de nuevo, y vuelo y vuelo, sólo pensando en ti. Te maldigo por eso...

Trato con todas mis fuerzas de resistir, aun cuando la contienda sea tan desigual. Porque eres una verdadera máquina de guerra, imbatible, inmaculada e inasequible. Impenetrable y sórdida, tu misma aura rechaza la de los que te rodean. Esa aura que es tan atractiva y seductora. Vuelo a pensar en ti. Esta vez te odio, trato de matarte, pero todos los esfuerzos resultan en vano. sigues estoica mirando al profesor, y anotanto sagradamente lo que sale de su boca. Te maldigo por eso, de nuevo desgraciada...

Nuevamente perdí, me resigno, trato de volver al mundo inteligible, pero antes, sólo para asegurame, te miro, y dale de nuevo con la aeronáutica. Ahhh, qué sería de ti sin mi, y de mi sin ti... no tendrías ese admirador secreto, ese que te ama a escondidas. Y yo no tendría a esta musa inspiradora, escribiría de lo cotidiano, pero, ¿qué demonios? Si esto me pasa todos los días. Maldita seas...

Busco que te enfermes, que no vengas, para poder prestar atención, pero pienso si estas mal, me pre-ocupo, algo que tanto hago, y que tú tanto detestas. Lo sé, soy un imbécil, creo que nunca podrá irme bien, debo borrarte, erradicarte de mi pensamiento, de alguna forma. ¿Pero cómo? Si eres tan perfecta, y la perfección no se olvida, y vuelvo a pensar en ti. Maldita...

Tocan el timbre, sales corriendo, y te pierdes en la multitud, con rumbo conocido; y yo no espero hasta mañana para poder verte de nuevo; y, por enésima vez, vuelvo a soñar contigo... Maldita seas, muere, sale de mi cabeza!!! De una vez por todas...

0Palabra(s)-Ilustrada(s):

Publicar un comentario

<< Home