lunes, enero 08, 2007

Sustituto para amar.

Que agradable sería dejar de sufrir!

Pero la triste verdad es que en esta vida de contrastes eso es imposible, o en su defecto, te priva de lo mejor de la vida, el amor (ya visto en la entrada anterior).

Para poder conocer lo más dulce, es necesario conocer asimismo lo más amargo. Sólo así realmente se disfruta lo dulce.

A veces quisiera tener un sustituto para amar, algún recambio para evitar a toda costa el sufrimiento.

Pero después me doy cuenta de que eso es imposible. Así nunca seré feliz.

Para poder vivir el amor más grandioso de todos, debo experimentar la amargura del dolor del rechazo.

Y al estar protegido por esta coraza de inviolabilidad aparente, el resto no ve al verdadero yo, a ese que es simple, ligero, y hasta etéreo. Ese ser que tiene una inmensa capacidad para amar. A ese que solo desea estar libre y ser feliz (pleno).

Pero el mundo es malo, y la protección de la coraza es conformismo, esperar a algo que "podría" venir, pero que sabes que no vendrá si no sales a buscarlo. Es una "mentira piadosa" contigo mismo. Es tratar de engañarte, aun cuando sabes la verdad.

Si, es cierto, la coraza no es incómoda, en momentos puede resultar serlo, pero se puede aguantar. Pero, ¿no te has preguntado que si aguantas la coraza "podrías" aguantar estar sin ella? Lo haces innumerables veces, y la respuesta es siempre que si, pero que prefieres dejarla puesta.

Prefieres mentirte, y privarte de lo bueno que hay afuera.

Por eso buscaas un sustituto para amar, alguien que te reemplace.

Y la verdad es que tal vez el sustituto lo hará bien, pero NADIE PODRÁ HACERLO MEJOR QUE TÚ.

Eso lo sabes muy bien.

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