viernes, agosto 31, 2007

Sorpresa.

Debo ser sincero.

Hace mucho tiempo que no recibo una buena sorpresa.

Y no lo digo en un tono de desánimo.

Más bien, es por lo bien que se siente.

Y lo digo porque ayer, cuando hablaba con un amigo, vino otro, y me dijo que había ocurrido algo inesperado, insólito, y yo quedé atónito. Casi no pude gesticular palabra alguna. Asombrado.

Pero fue algo tan agradable, tan agradable, que no pude resistir el grito de alegría que di.

Fue raro. Hacía bastante tiempo que no me ponía tan alegre.

Peor hay que ir despacio, y tranquilo, ya que cuando las cosas se fuerzan (y esto lo digo en cualquier ámbito de cosas), no resultan bien.

Eso es una verdad analítica, como diría mi estimado Édison.

Y bueno, ahora queda ver que pasa...

(Entre lo que dejé en tí, me di cuenta de que se me quedó la cordura)

0Palabra(s)-Ilustrada(s):

Publicar un comentario

<< Home