viernes, noviembre 21, 2008

Cardiopatía

Señores, adjunto un texto hecho en el momento. Comenten, si les parece.


Caminaba por el centro de Santiago. Todo como siempre, la mal llamada rutina. De la diligencia a la oficina. Sol abrasante de verano en primavera. En sus bolsillos, unas miserables monedas pedían a gritos convertirse en un vaso de Mote con Huesillos. 

La sien sudada, la camisa mojada por la transpiración. El desgaste físico que sentía era patente. Los huesos se oían resquebrajar con cada paso, su pulso cada vez aumentaba, más y más. Sentía ardor en su frente, miraba hacia arriba, con la vista ida, y se encontraba con el reflejo del sol infernal. 

Era algo extraño. Nunca antes lo sintió. Frenó su camino. Cansancio total. Un paso más y se desplomaría en la acera. Dicho y hecho. Como en una película, su cuerpo, lentamente, cayó al suelo, sin que nadie pudiese hacer algo. En cámara lenta vio como se fue de bruces contra el ardiente suelo de cemento. 

Todos seguían caminando, inmersos en sus vidas, sin notar al desfallecido en la acera. Luego, todo se volvió borroso. Al principio formas definidas, luego siluetas, luego más ténue, la vista se le nubló progresivamente. "Este es el fin", se dijo para sus adentros. Alcanzó a estirar sus manos para pedir clemencia, y dio un gemido agónico, imperceptible al oido del transeunte. Su último latido fue acompañado de una suave brisa que acarició los árboles de la Plaza.

Sue cuerpo yacía en la esquina de Morandé con Agustinas. Ni los carabineros que resguardaban la Plaza de la Constitución se percataron. Una suave brisa se llevó su aliento. Su último aliento. Todo en un instante que duró una eternidad, había acabado.  

Los médicos que practicaron la autópsia indicaron que el occiso falleció por una cardiopatía no detectada. Pero fue el viento. Nunca nadie supo que fue la brisa. Una brisa asesina, que ronda la ciudad en primaveras calurosas.

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martes, noviembre 11, 2008

Deseo

Siempre quise poder ver a mi grupo favorito en Chile.

Ese deseo está por cumplirse.

Radiohead, mi banda favorita desde hace por lo menos 10 años, viene a Chile.

Esta semana compro mi entrada, y nadie me lo impedirá.

Es mi sueño.

Es mi deseo.

Es mi grupo.

Es lo que quiero!!!!

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martes, noviembre 04, 2008

Refrán...

En tiempos de turbulencia, la calma se convierte en un bien demasiado preciado y escaso...

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