miércoles, mayo 31, 2006

Liberación.

Hoy fue un día muy raro. Partió como un día cualquiera, pero se fue tornando en malo. Una toma, Guanaco incluído y fealdad. Pero el día me tenía preparada una sorpresa. Al casi terminar el día universitario, tipo 8 de la noche, un mágico evento ocurrió, apareció ella, pero esta vez fue muy distinto. Sentí lo que siempre sentí, aunque esta vez me dijo, "ve, habla, no seas miedoso ni cobarde". Y fui, y hablé. Y lo hablé todo.

Fue increíble, después del horrible nerviosismo que me invadió cuando la enfrenté, todo se tornó a calma y paz, volví a sentir algo que había olvidado: la felicidad. Fue sublime, me sentí abrumado por ella. Una calor me cubrió, y lo vi todo, todo eso que había olvidado, todo eso volvió a su lugar. Nunca se había ido, solo yo no lo veía.

Por ese momento, experimenté el verdadero amor. Pero no ese de pareja, sino ese de espíritu. Mi espíritu amo al espíritu de ella. Fui feliz, sigo siéndolo.

Eso es delicioso...

miércoles, mayo 10, 2006

Codex.

Me siento, debo estudiar. Cabeza relajada, un buen vaso de leche, alguna cosilla poca para picar. Todo listo y en orden, los libros, apuntes y escritos, sobre la mesa de trabajo, las neuronas disparando para ser usadas, duelen. a mano el analgésico, por si acaso.
Y empezamos... "La competencia Relativa y Absoluta", "Los Órganos Jurisdiccionales" y "Los Tribunales Ordinarios", cosa fácil, no me demoraré más de dos días en sintetizar el conocimiento. Al menos, tengo fe en poder hacerlo, y la fe "mueve montañas", así, que, comencemos.
A los diez minutos, ya empieza a doler l cabeza, se siente algún malestar estomacal, baja a comer, algo más contundente, y pierde tiempo valioso. Los analgésicos no funcionan instantáneamente. Molestan.
Todo parece marear al muchacho. La competencia se ha convertido en su peor enemigo, los órganos jurisdiccionales lo intentan asesinar, y un tribunal ordinario lo acusa de alta traición.
huye del estudio, y el verdugo se aproxima raudo. Ya no hay escapatoria. El examen ya está frente a él, y sus enemigos lo incriminan. El rojo es seguro, solo hay que terminar.
Despierta con todos los Códigos y apuntes babeados por el joven. Era solo un sueño. Las materias siguen ahí. Y nada más queda que seguir estudiando.

viernes, mayo 05, 2006

Bajón.

Es inevitable... siempre me dan esos bajones, pienso que estoy bien, y lo estoy, pero me llegan, más pronto que tarde. Me pasó ayer, cuando salía de una prueba, no había pensado en ella en toda la maldita semana. Todo iba bien (aun cuando di esas pruebas cuando no debía), y al terminar iba a salir, todo iba bien, hasta que ella se aparece. Nunca lo hace, pero ese día lo hizo, no sé porque, pero me dejó horriblemente. No pude hacer nada al respecto, quedé, una vez más, prendido de ella, imposible desatarse cuando tienes frente a ti a la sublime presencia celestial, pero no. Todo se fue al caño, quedé como "chaleco de mono", como dirían mis amigos, "pa' la cagá'".

Juro que deseo sacarla, pero no puedo, porque cada vez que lo intento, me lo hace imposible, se aparece, y vuelo...

Ahhhh, si todo fuese más fácil.

Y ahora, yo aquí, sentado, hecho porquería, escuchando música depresiva al máximo, al borde de la locura. Todo esto por mis estúpidos bajones. Esos bajones que me hacen querer verla seis pies bajo tierra, llorando su partida. Así sería más fácil, porque nunca la podría tener, pero como está viva, y al alcance, está más distante que como si estuviese muerta.

No queda más que aguantar...

jueves, mayo 04, 2006

Mala pata (acumulación de cosas).

Me carga cuando se me juntan las cosas, es desesperante, porque todo está ahí, casi no se puede estudiar, tener una vida decente, dormir, comer bien, hacer todo bien.

Pero como se junta todo, es imposible hacer esto. Y lo más importante, hacer, aunque sea poco, algo bien.

Me pasó esta semana. dos pruebas un mismo día, disertación el día anterior, y una prueba iniciando la semana caótica.

Nada salió bien parado, salvo la disertación, que por gracia divina, me aprendí en menos de 15 minutos. Una titánica tarea, pero que al menos sirvió de algo.

Ahhh, es que la vida es tan dura a veces, por no decir siempre...