sábado, febrero 17, 2007

Sinceramente...

Estos días han sido de locos. Trámites por mil, hasta he adelgazado por correr para llegar a tiempo, cosa que solo hacía para Procesal. En fin... a veces se me pasa por la cabeza que podría estar de guata en mi casa, relajado, viendo tele desde las 11 hasta las 11. Pero no, estoy en una oficina con un jefe odioso, con miles de cosas que hacer durante el día, en que no tienes tiempo ni para almorzar, y digo "¡Oh, Dios! ¿Cuándo salgo de vacaciones?", y al mismo tiempo veo el calendario de mi escritorio, y están con pins que indican que solo quedan 3 días de trabajo, 3 días para irse a la playa, con $150.000 para gastar, y pienso en cuantas cosas me voy a poder comprar (un reloj para mi colección, un iPod usado, un celular nuevo, asados, bebidas, viajes, en fin, muchas cosas distintas).

Ahhhhh, es duro trabajar, no me gusta, quisiera que todo cayera como maná del cielo. Pero esta vida es difícil, Dios dijo "Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás", y así es la pura verdad, hay que sacrificarse para poder tener lo que uno quiere.

Pero, al menos, "después de hacerlo todo, simplemente haz nada", y eso pretendo hacer...

viernes, febrero 02, 2007

Inconsecuencia.

Si hay algo por lo que me caracterize, un rasgo inconfundible en mi persona, es la Inconsecuencia.

Soy un tipo inconsecuente, casi totalmente.

Digo que voy a hacer una cosa, y termino haciendo una completamente distinta.

Ejemplo clarísimo es que dije, y alcé mi voz al cielo diciendo que no trabajaría en estas vacaciones, por ningún motivo, y bajo ninguna cirsunstancia. Pero, dada mi condición, me vi compelido a trabajar, tanto por mi inconsecuencia, como por la obligación impuesta por la familia, específicamente la consigna "No te voy a pagar tus vacaciones", acuñada por mis padres.
Y como un ser humano debe salir de su entorno para poder apreciar lo propio, me vi en el deber de financiar mi salida de Santiago por mis propios medios.
Y bueno, si algo debo agradecer, es que no tuve que hacer currúculum vitae ni nada atadoso, el trabajo llegó solo. Mi padre me consiguió una plaza de empleo en su trabajo, como Junior, algo que previamente había hecho (aunque antes fui más bien un procurador, no asaí un junior, si bien tenía que hacer cosas que hace normalmente un junior).
En fin... acá estoy, en mi trabajo, vagando, y siempre llevando mi consigna de "Evita el trabajo, a como dé lugar", y en eso, les aseguro, mis amigos, que no soy, nunca fui, ni seré inconsecuente.