miércoles, octubre 31, 2007

¿Cura?

All that we needed, tonight
Are people who love us, and life
I know how it feels to need
Oh when we leave here, you'll see

(Moby - Slipping Away)

¿Es realmente el amor la cura de todos los males? ¿Es realmente el amor ese bálsamo que alivia el dolor? ¿O son puras patrañas, cuentos que te cuentan para que no te sientas mal, o mentiras piadosas? ¿Existe alguna cura para los problemas de la vida?

Preguntas que me he hecho muchísimas veces.

Puede ser falta de suerte, o de perseverancia, o de qué-sé-yo, castigo divino, o simplemente que no llega, pero al amor no me ha golpeado la puerta. Repetidas veces me han dicho sobre lo maravilloso que es. Pero soy ajeno a él. No lo conozco.

Por supuesto que me refiero al amor de pareja, porque amo a mi familia, a mis amigos y a la gente que me hace bien (aunque discúlpenme si a veces lateo o si soy una mierda, porqué sé que a veces lo soy).

Es raro saber que existen cosas pero que aun no has probado.

Dicen que llega cuando menos te lo esperas. Yo creo que lo anhelo demasiado como para que aun no haya llegado. Trato, de verdad trato de no pensar en ello, pero es casi inevitable pensar en eso, cuando ves a tus amigos que en vez de juntarse contigo, van a ver a la polola, o alguna cosa de compromiso que tengan. Es cierto, si tuviera polola, sería casi lo primero (antes está la familia, obviamente), pero trataría de igual juntarme con mis amigos, verlos, hacer cosas entretenidas.

No es una queja (por favor, no lo tomen así).

Pero c' est la vie. Algunos ganan, otros pierden.

Nada que hacer.

Sólo esperar.

(O tal vez dejar de esperar)

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sábado, octubre 27, 2007

Esa es otra historia.

Partamos del comienzo, ¿ya? Así nos entendemos mejor...

Ok, fue algo como esto:

Todo empezó aquella fría noche de agosto. Iba caminando por una cité del centro (no sé muy bien porque estaba ahí, pero esa es otra historia), y la cosa es que en cosa de segundos todo cambió. La vieja se tiró de la azotea, y me cayó encima. Desde ahí que no pude levantarme, la vieja estaba muerta (eso lo sé porque de la cabeza salía sangre a chorros, y tenía una pinta de fallecida que hasta un maquillador de muertos la hubiera reconocido como clienta tradicional) No pude mover mis piernas y así quedé inválido, en esta ridícula silla. Así fue.

Ahora, respecto de la segunda pregunta, bueno, aquí va:

En el medio de mi antiguo jardín había un hermoso rosal. Sus ramas rebosaban de bellas rosas rojas y blancas, botones perfectos y algunos pulgones escondidos entre las hojas y los pétalos. Resulta que mis primos habían ido a la casa, por el cumpleaños número 35 de mi padre, por lo que salímos a hacer lo de costumbre en esos casos: corretear como dementes por el vasto jardín. Entre tanto té helado y jugos de sabores tropicales, combinado con diferentes tortas (tres leches, chocolate y la clásica selva negra), la fatiga se hizo presente. Por lo que en vez de corretear, mis primos y yo decidimos jugar a la pelota. Pero surgió un serio inconveniente: no había pelota de fútbol. Las únicas pelotas que había en casa eran las de golf y las de ténis, que se guardaban en el closet de arriba, desde donde cuando tenía 5 años me caí, dejándome tres días en la clínica (pero esa es otra historia). En fín, subí al closet a buscarlas, y las encontré, entremedio de los palos de golf y las raquetas. Corrí a buscar a mis primos, para jugar. Llegué al jardín, y nos pusimos a jugar. Yo era arquero, y uno de los palos del "arco" era el rosal. Resulta que mi primo Andrés pateó un derechazo impresionante, y yo tuve que saltar para atajarla, y bueno, me caí en el frondoso rosal. Dos semanas en la clínica. Y quedó esta cicatriz. Así fue.

Y respecto a tu última pregunta, bueno, acá va:

Mi madre era jugadora de Bridge, una amateur, pero igual era bastante buena. Una vez, cuando yo tenía alrededor de unos 17 años, llevó a un grupo de amigas a jugar en la casa. Entre ellas había una joven, de unos 16 o 17 años de edad, hija de una de las amigas de mi madre. Muy bonita. Tenía el pelo rubio, y los ojos color azul turquesa. Nunca vi un par de ojos así. Tenía un cuerpo armonioso y bello, y su sonrisa era una sonrisa matadora. Me preguntaba porque vendría acá, con las viejas lateras, jugando Bridge (juego que por lo demás odio, pero esa es otra historia). Era raro. Vestía muy modestamente (en el sentido figurado). Usaba unos pantalones de tela, normales, y que no trataban de acentuar su figura espléndida, pero que lo hacían sin intención alguna. Una polera de tiritas, y dejaba ver sus curvos y perfectos senos. Me miraba y no podía dejar de hacerlo (debío ser, creía porque no había más que ver). Se acercó a mi, y me pidió algo de beber, a lo que la conducí a la cocina. Emiliana, la empleada, nos sirvió un vaso de Coca-Cola, y fuimos a la sala de estar, donde le mostré mi nuevo Nintendo. Y ella, mirando hacia alrededor, me pidió tácitamente que le hablara. Me percaté de la intención e inicamos una agradable conversación. A los cinco minutos, me calló. y me dijo que fuéramos a mi pieza. Yo al principio no entendía, pero cuando se me acercó súbitamente y me besó en la boca (fue mi primer beso, debo reconocerlo), entendí lo que quería, así que la llevé a mi cuarto, cerré la puerta, y ella se desnudó rápidamente. No sabía que hacer, y frente a la duda (lleno de nervios eso ténganlo por seguro), me desnudé de la misma forma. ella se me acercó, y me tocó. Yo le hice lo mismo, y de una u otra forma, supe que debía hacer. La besé apasionadamente y la tiré a la cama. Cuando estábamos a punto de realizar el coito, bueno, pasó lo que pasó. Mi madre abrió la puerta, para decirle a la niña (Consuelo, se llamaba) que se iban. Nos pilló in fraganti. Y casi gritó. Consuelo se puso su ropa rápidamente, antes de que mi madre pudiese gritar, me besó en los labios y me dijo "nos veremos en otra ocasión, Seba", y salío rápidamente. Mi madre estaba atónita, y no hallaba que decirle. Ahí fue cuando mi madre me dejó de hablar. Así fue todo.

Eso, gracias.

No más preguntas.

(La galleta de la suerte decía que ibas a encontrar la felicidad, pero no son más que porquerías)

jueves, octubre 25, 2007

Pendiente (Peor que escoria).

Quedó pendiente esta pregunta.

¿Alguna vez te importé?

Y también esta otra.

¿Alguna vez sentiste algo por mi?

Y la última.

¿Por que te olvidaste de mi?

Respuestas, pueden haber por millones, mas sólo quisiera oirla de tus labios.

Sólo oirla. Nada más.

Nunca pude hacerte estas preguntas, y ya ha pasado demasiado tiempo sin que me haya envalentonado como para hacertelas.
No pude.
Eras demasiado para mi (al menos en ese último momento juntos).
Me borraste, como se borra un archivo.
Apretaste Supr, y confirmaste el borrado.
Y después fuiste a tu Papelera de Reciclaje, y la vaciaste, sin vacilar.
Y para colmo de males para mi, formateaste tu disco duro.
No quedó ningún resabio, nada en absoluto, nada de nada de mi en ti.
Dejé de existir.
Podrías cruzarte conmigo en la calle, podrías mirarme, podrías incluso hasta saludarme, y no significaba NADA para ti.
NADA EN ABSOLUTO.
Y no sabes cuanto lloré por eso.
Cuanto dolor me causaste, tal vez sin querer, tal vez con querer. Nunca lo sabré.
Lo que sí sé es que me borraste, me eliminaste, me suprimiste, y me olvidaste.
Ni un fantasma tiene ese trato.
Ni siquiera un mal recuerdo.
Peor que escoria.
(Ya no sé nada de ti, creo que terminaré por olvidarte también... al menos, es más sano...)

miércoles, octubre 24, 2007

Verbo.

"In the beggining was the Word, and the Word was with God, and the Word was God"
(St. John Chapter 1:1).

La palabra lo es todo.

Así comenzó todo, así se hizo todo, con palabras.

La ciencia se reduce a la creación de las lenguas, como unificación de Significante y significado, de manera uniforme en una tribu determinada. El lenguaje es una convención, una convención que lo crea todo, una convención todopoderosa.

Todo empezó con la palabra (Verbo en su traducción al español).

Por eso se solía decir que "la pluma es más fuerte que la espada", y esto es porque la pluma crea palabras, arma mucho más poderosa que la espada, pues la espada se limita a destruir, y la pluma, en cambio, crea.

Todo empezó con la palabra.

De lo anterior, se puede concluir que quien domine la palabra, podrá dominar la creación, será un creador, será un dios.

Pequeños dioses creadores de mundos donde ellos actúan como creadores, narradores omniscientes, omnipresentes y todopoderosos, ergo, pequeños dioses.

El poeta crea, el escritor crea, el literato crea. Son dioses dentro de su jurisdicción.

Nada los puede detener, nada más que ellos mismos.

Porque sólo Dios puede detener a Dios.

Creadores de verbos, creadores de mundos, regocijaos por ser dioses, que vuestras creaciones os alaben por toda la eternidad, y que seas reconocidos por los otros dioses, en vuestra misma calidad.

("All the things were made by him; and without him was not any thing made that was made.

In him was life; and the life was light of men.

And the light shineth in darkness; and the darkness comprehended it not"
St. John Chapter 1: 3-5)

martes, octubre 23, 2007

El Mal del Pardiez.

Siento cosquilleo en mi estómago.

Las piernas no me funcionan bien (cojeo levemente).

Mi cabeza arde en fiebre (figurativamente).

Y los latidos de mi corazón rebasan todo límite pensado.

No, no son mariposas.

Tampoco es amor.

Lo sé, porque lo he sentido alguna vez.

Y creo que sé lo que me pasa.

Es la terrible enfermedad que le espera a la gente: el mal del pardiez.

¿Saben de qué se trata?

Les explicaré un poco.

El mal del pardiez le suele suceder a la gente que no está contenta con la vida ni simula estarlo. Es una suerte de desilusión con el vivir, de sentirse ajenos a la vida que "viven", porque no viven (hablo del momento más avanzado de la enfermedad). Y resulta que hay tres etapas distintas en este mal: 1. Etapa Avanzada: el enfermo detesta vivir, porque le resulta molesto, desagradable y siente que le hará mejor al mundo al irse del mismo, pero no puede hacerlo, ya que su condición de enfermo le da mucho miedo; 2. Etapa Intermedia: el paciente desarrolla un notable deterioro de sus funciones físicas, pierde facilidades del habla, se vuelven alérgicos a todo, y adquieren otro típico síntoma de esta fase, como lo es el de volverse hipocondriacos; y 3. Etapa inicial: el paciente desarrolla hipertrofiadamente la misantropía (síntoma típico de esta fase de la enfermedad), y no vive de manera alegre ni se regocija demasiado.

Yo me encuentro en la etapa inicial, como habrán de ver.

Ahora bien, existe un remedio, aunque momentáneo. Este consiste en dejar de pensar en las cosas que el enfermo normalmente piensa, como en odiar a los demás, o su odio contra la raza humana, o odio contra personas determinadas. Los cambios de aire le hacen fenomenal, y es muy bueno dedicarse a ejercitar algún deporte.

Es complicado salir de este mal, pero es posible.

Sin embargo, el remedio sanador, la cura indispensable consiste en adquirir la voluntad para mejorarse. Esto es lo más costoso de todo, ya que adquirirla es extremadamente difícil para la gente que padece de este mal. Es sugerible apoyar a los pacientes a adquirirla voluntad necesaria para salir adelante, o entre más tiempo demoren, más rápido se sube a la siguiente fase.

(Cura milagrosa para todo mal... Así eras tú)

lunes, octubre 22, 2007

De cómo la gente se cambia de Chaqueta.

Es gracioso, extraño y hasta burdo.

Hay personas que cuando quieren cambiar, dejan todo de lado. Todo.

Pero cuando hablo de todo, hablo de TODO.

Por ejemplo, queman la ropa que usaban, se olvidan de sus antiguos amigos, y la gente que era cercano a ellos, prácticamente olvidan todo, hasta su propia identidad.

Es extraño.

Es insano, incluso.

Olvidarse de todo.

Dejarlo todo atrás.

Cómo si la gente que alguna vez conocieron, no valía nada para ellos.

Eso es, la gente que conocieron NUNCA valío nada para ellos.

Son una real mierda, ese tip de gente.

Chaqueteros.

Ambiguos.

No puedes confiar en ellos.

(Ya no puedo confiar en ti, ¿qué más queda?)

sábado, octubre 20, 2007

Sin Remitente.

A veces volvemos a donde empezamos.

Es extraña la sensación de sentir (valga la redundancia) que volvimos a donde antes estuvimos.

Las cosas son algo distintas.

La leche ya no es la de antaño, tampoco el queso del pan. Y para que hablar de las frutillas que siempre dejabas para desayunar.

Todo cambió, hasta tú, porque cuando volví, ya te habías ido.

Te fuiste con los recuerdos, y dejaste el queso enmohecido, agrio y sofocante.

El aire, enrarecido, llora tu ausencia.

Pero yo, en aquel viejo cuarto, bajo esa tenue luz, sigo creyendo que estás aquí, ¿quién sabe? Detrás de los kilos y kilos de cartas que nadie leyo, estabas tú, o la carta que dejaste al partir.

Carta que por cierto nunca logré leer, ya que para calentarme un poco, las quemé en la chimenea.

Bastó una palabra, y todo hubiese sido tan diferente...

Y esa carta sin remitente hubiera sido leída.

(Pensé que te habías ido, pero seguías en ese rincón, oculta bajo la penumbra de la noche eterna de mi suerte)

jueves, octubre 18, 2007

Pas du tout.

Encontré una cosita por internet.

Un cuento de un ayudante de Penal, Jaime Winter Etcheberry.

Acá va.

ASÍ FUNCIONA EN LOS SUEÑOS
Jaime Winter Etcheberry

“No hay nostalgia peor,
Que añorar lo que nunca jamás sucedió.”
Joaquín Sabina, Con la Frente Marchita

Se incorporó de golpe sobre la cama. La transpiración cubría su cuerpo. El sol todavía no se dignaba a aparecer y la oscuridad ocultaba la soledad de su habitación. Lentamente dejó de jadear e inspiró profundamente un par de ocasiones. Se pasó las manos húmedas sobre su pelo húmedo, estando todavía en esa tenue línea divisoria que divide la vigilia del sueño, en esa zona donde nadie reina, en ese lugar donde se puede estar en ambos imperios a la vez, pero en ninguno en realidad. Recordó ese sueño que acaba de terminar con un sobresalto, uno de esos sueños que parecen buenos, pero de los que nos levantamos con sensación de pesadilla. Será, acaso, que la pesadilla es que no sean reales?
Estaban juntos, en un sillón, conversando alegremente, como si nada hubiera pasado, como si todo fuera como fue. Había tantas preguntas que responder: Qué fue de ella, qué fue de él? Lo habían perdonado? O, Era a ella a la que había que perdonar? Y la frialdad del reencuentro? Y las heridas que sólo cicatrizan con el tiempo? Es que así funciona en los sueños; sólo lo esencial. Al fin y al cabo, navegando sobre la línea divisoria, existen esas preguntas que no existen en los sueños, pero aún no pensamos que valga la pena responderlas. Y, en realidad, a él le importaba una mierda todo lo demás, si allí estaba ella con su pelo oscuro y brillante, envolviendo toda la habitación. Trató de ver cuán largo era, pero no pudo, porque así funciona en los sueños.
De qué estaban hablando? No podía escuchar nada. Así funcionaban sus sueños, pero, la verdad sea dicha, la escena funcionaba a las mil maravillas como metáfora de la misma escena; Qué mierda importaba lo que estuvieran diciendo? No había más que sus ojos negros clavados en él mientras una sonrisa inundaba su rostro. No había nada más que eso en toda la habitación, literalmente. Definitivamente. Por más que trataba de evocar la escena, sólo había eso: ojos y sonrisa.
Y, tal como se sabe que cuando se separa la luz de las tinieblas es para crear una tierra que iluminar y oscurecer, las sonrisas se convierten en labios y los labios se convierten en besos y a pesar de la obviedad del contexto y de ser su propio sueño, no vio venir como los labios de ella iban a atacar con violencia los de él y luego cerró los ojos y pudo ver como ella cerraba los suyos y siguió viendo toda la escena, porque cerrar los ojos que ven la imagen, en un sueño, equivale a despertar. Y así, evocando la imagen, quiso meter la mano debajo de su pollera negra y arrancarle esa blusa de quién sabe qué color, pero no podía, porque el objeto del sueño no era el placer físico y el beso era una más una meta cumplida que mil veces sexo, más que mil gemidos que no podría escuchar.
Y, cumplida la finalidad, se despertó, un poco, no totalmente, sobre la línea divisoria, donde hacer una llamada a un amor perdido parece tener sentido, pero menos sentido que darse una vuelta más en la cama y esperar a que suene el despertador.
Cuando el sol golpeó con furia el helado piso de su cocina, él ya se encontraba totalmente despierto, con su habitual taza de café en la mano, a esa hora en que es una locura hacer una llamada, porque no se sabe que al otro lado te dirán “tuve el mismo sueño, amor”, pero es que así funciona en los sueños.

domingo, octubre 14, 2007

Pergamino maldito

Venía en el Metro, con mi madre, después de ir al Teatro. Pensaba en la gente que atisborraba el Metro a esa hora. Todo lo que decían. Me era bastante útil no ir con audífonos puestos, así no quedaba más que escuchar a la gente.

Y así di con el pergamino maldito.

Ustedes se preguntarán de que demonios hablo.

Y la verdad es que si te pones a pensar un poco, luego de leer el texto, sabrás lo que es el pergamino maldito.

Así que prosigo.

Un canalla que había escrito una novela bastante demencial, no recordaba nada de ella. Era tanto, que el canalla se había redimido; mas cuando leía la novela, que su mujer le compró para su cumpleaños, volvió a recordar, pero era de una manera distinta, como si él fuese el personaje de la novela, no recordaba aun que él mismo la había escrito.

Y todo giraba en torno a un número: 23.

Creo que saben de lo que hablo (apelo a los cinéfilos).

Esa película me hizo pensar en el pergamino maldito.

Y hoy, cuando revisaba internet, revisé ciertos sitios que estaban borrados de mi recuerdo (algunos blogs prohibidos y restringidos para mi).

Y volví a pensar en el pergamino maldito.

No lo puedo sacar de mi, porque es parte de mi.

Es MI pergamino maldito. Es personal.

Y hace daño.

Mucho daño.

Entre todas las cosas perniciosas, creo que las peores no vienen de otras personas, sino de uno mismo. al final, ¿qué peor enemigo que uno mismo, quién te conoce mejor, más que tú mismo?

De nada sirve pelear contra uno mismo, al final, el único perjudicado es uno mismo (valga la redundancia).

Así que a dejar de pensar en el pergamino maldito.

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sábado, octubre 13, 2007

Última mirada

Sentado, en la pantalla del computador.

Ojeras notorias.

Pies descalzos.

Manos heladas.

Refrío aparente.

Mente turbia.

Retazos de corazón.

Voces distantes.

Desearía que estuvieras aquí....

miércoles, octubre 10, 2007

Prescripción

En el instante en que dabas vuela la cara, me recordaste esa gloriosa mañana de Agosto, donde me dijiste que la nieve caía de una manera muy bella.
Llevabas tu tenida habitual. Una polera negra y roja, simple, y la falda blanca que me hacía vibrar hasta el tuétano.
Sonreias por todo, y tu sonrisa era capaz de levantar a un muerto. Eras feliz.
No sé si fue mi compañía, o simplemente por otras causas, pero en ese particular momento, eras feliz. Un poco de luz en esta triste y letárgica vida.
Por un momento vi caer una lágrima, que disimuladamente sacaste de tu perfecto rostro de porcelana. Me sorprendiste. Eras infinitamente feliz.
Yo también fui feliz ese día.
Habíamos soñado lo mismo, y cada uno de nosotros se veía en el sueño. Nuestars mentes estaban conectadas por ese puente imaginario que creamos.
Por eso, cuando me mirabas, aunque yo ya no te importara, aunque ya no me quisieras, aunque ya no existiera en tu mundo de colores celestes y púrpura, mezclado con el rojo de pasión que siempre tenías.
Es por eso, que me gusta que me mires, aunque sea de pasada.
Sigo pensando que en algún rinconcito de tu corazón (que cursi), está ese momento, está esa mañana, está esa sonrisa, está ese sentimiento.
Con eso, me conformo.
(Dame un solo motivo, y te demuestro quién soy en realidad)

lunes, octubre 08, 2007

Pandemonuim

Era la histeria total.

Miles de personas corriendo sin destino alguno.

Corrían por sus vidas, corrían por sus ritos, corrían simplemente por correr.

En la imagen, algo disfuncional se asomaba.

Algo no encajaba en el cuadro.

Era una niña, cándida y dulce.

Estaba parada en medio de la muchedumbre envalentonada.

Vestía una pollera roja, y una jardinera de jeans. sus zapatos, que tenían a su haber miles de millas recorridas en todos los caminos del mundo, daban cuenta de su engañosa edad.

Esa niña, en medio de la histeria generalizada, calma rezaba con un rosario en las manos.

Pedía por todos los que corrían a su alrededor.

Pedía por el mundo que se acababa.

Pedía por el alma de su abuelita.

Nadie lograba verla.

Todos estaban tan ensimismados que no lograron hallarla.

La muchedumbre la hizo desaparecer.

Y ahí llegó el fin.

Envidia

Imagen recurrente.

Pareja abrazada, besándose apasionada y cariñosamente.

Los odio.

Sí, soy el odiosos ser que mira con descaro a las parejas que se besan.

El morbo me carcome por dentro.

No soporto que otro ser sea feliz mientras yo no lo sea.

Curiosa paradoja.

Nunca voy a ser feliz si sigo así.

no importa, es más divertido odiar a la gente.

Odiar en secreto, loar en público.

Miles de sádicas ideas pasan por mi mente nublada por el odio.

Malditos sean!

Que nunca encuentren la felicidad.

Malditos!

Malditos todos!

Quiero dejar de vivir.

Podría ser tan fácil.

Pero la envidia me lo impide.

Es más divertido odiar que morir.

Al menos tienes algo que hacer.

(Te odio. Sólo pensar en tí me da asco y nauseas)

jueves, octubre 04, 2007

Noir Desìr

Call me tonight!

Eso decía la frase que salía de la caja maligna.

I love you.

Eso decía.

Gritaba, y no la entendía.

Parecía sacado de una vitrina.

Bombos y platinos, monedas recalcitrantes.

Las burbujas y su efervecencia se esfumaban con el viento.

Imagen incomprensible.

Ojo que calla, mejor sabe.

Un anciana y su eterno rosario.

Dos amantes en la penumbra.

Y un deseo nocturno incompleto.

Sólo queda rezar junto a la vieja.

Padre nuestro que estás en el cielo...

(Y pensar que en algún momento tuve un sueño así contigo... Necio yo, ya dijeron, "agua que no has de beber, déjala correr")

lunes, octubre 01, 2007

King for a Day, and Fool for a Lifetime

Paseando por el boulevard de mi cabeza, esa interminable galería de pensamientos enmarañados, llenos de polvo y de algunos otros vestigios olvidados por el mundo, me encontré con una frase especial: King for a Day, Fool for a Lifetime.

La frase, extraída de una notable canción de uno de mis grupos favoritos (Faith No More), refleja como somos todos. Reyes por un día, tontos por el resto de la vida.

Esta frase grafica tangencialmente, tanto temas como el amor, el esfuerzo, la ingenuidad, y la juventud. Ilusiones que pasan por nuestra turbadas mentes. No paran de desfilar, y ya se olvidan, pasan a ese viejo baúl. Y no salen de ahí.

Reyes, herederos de tronos y majestades, principados y potestades infinitas, todo parte de una eterna ilusión. Como Calderón de la Barca dijo: "La vida es sueño, y los sueños, sueños son". somos reyes en nuestros sueños, pasamos desde un instante de ser plebeyos, escoria humana, a ser el que dirime la voluntad de todo un pueblo.

Es el espíritu de la ley, sólo un sueño más.

Me gusta dormir, pero cuando duermo mucho, me cuesta despertar. Y hay veces en que se necesita algo más que un pellizco para poder saber si estamos en un sueño o no.

Sueño, sueño, sueño...

(No entiendo el texto)