viernes, agosto 31, 2007

Sorpresa.

Debo ser sincero.

Hace mucho tiempo que no recibo una buena sorpresa.

Y no lo digo en un tono de desánimo.

Más bien, es por lo bien que se siente.

Y lo digo porque ayer, cuando hablaba con un amigo, vino otro, y me dijo que había ocurrido algo inesperado, insólito, y yo quedé atónito. Casi no pude gesticular palabra alguna. Asombrado.

Pero fue algo tan agradable, tan agradable, que no pude resistir el grito de alegría que di.

Fue raro. Hacía bastante tiempo que no me ponía tan alegre.

Peor hay que ir despacio, y tranquilo, ya que cuando las cosas se fuerzan (y esto lo digo en cualquier ámbito de cosas), no resultan bien.

Eso es una verdad analítica, como diría mi estimado Édison.

Y bueno, ahora queda ver que pasa...

(Entre lo que dejé en tí, me di cuenta de que se me quedó la cordura)

martes, agosto 28, 2007

Misantropía.

Un amigo muy querido me dijo que la opción para mi era ser misántropo.

Cuando me dijo eso, yo, muy modestamente, le pedí que me dijera en qué consistía la misantropia (obviamente señalando cuan ignorante era en el tema). Él me dijo que buscara por mi cuenta, y que cuando tuviera una idea, aunque fuere vaga, me lo explicaría con lujo de detalles.
Resulta que indagué, y supe en qué consistía la famosa 'Misantropía'. Busqué en google, y en wikipedia.
Y le dije lo que sabía, y él accedió a explicarme, someramente, primero, qué era ello.
Y bueno, pensé que no era misántropo.
En serio.
Eso hasta hace dos noches.
Resulta que en el ombligo, uno tendría que dormir en el suelo, o dormir con otra persona. Y yo aduje que "prefiero dormir en la cama sin colchón, a dormir con alguien", y me dijeron que era un misántropo.
En verdad, me había olvidado de esa conversación con mi amigo. Pero, una vez que me dijeron eso, recordé todo. Y si, soy un misántropo.
Les explicaré (trataré).
Según wikipedia, misantropía "es una tendencia social y psicológica caracterizada por una antipatía general hacia la especie humana. No representa un desagrado por personas concretas, sino la animadversión de los rasgos compartidos por toda la humanidad. Un misántropo es, por tanto, una persona que muestra antipatía hacia el hombre como ser humano. Puede ser ligera o marcada, así como puede tener características muy diferentes que van desde lo inofensivo hasta la crítica social o en su defecto desde el sectarismo hasta la autodestrucción".
Y resulta que me identifico con ello.
Y, bueno, ¿quién lo diría?
Soy un misántropo...
(Soy un misántropo romántico)

lunes, agosto 27, 2007

Back to Reality...

Mientras estaba en el bus, de vuelta a Santiago (kilómetro 34 de la panamericana norte), pensaba en lo asqueroso de esta ciudad. Llena de ruido, de molestia, de disconformidad, de odio... La playa es única, no hay nada que se le asemeje (al menos para un tipo Santiaguino).

Y para aumentar la tónica, me puse a escuchar música, y di a parar con Coldplay. Una canción muy rara, pero que siempre me ha gustado (aunque, no tengo la más mínima idea de porqué no la tengo en mi mp3): Square One.

Y dice así:

You're in control is there anywhere you wanna go?
You're in control is there anything you wanna know?
The future's for discovering
The space in which we're traveling

From the top of the first page
To the end of the last day
From the start in your own way
You just want somebody listening to what you say
It doesn't matter who you are.

Under the surface trying to break through
Deciphering the codes in you
I need a compass,draw me a map
I'm on the top I can't get back
Whoah. Woah.

First line of the first page
To the end of the last place
You were looking
From the start in your own way
You just want somebody listening to what you say
It doesn't matter who you are
It doesn't matter who you are

Oooh.

You just want somebody listening to what you say
You just want somebody listening to what you say
It doesn't matter who you are
It doesn't matter who you are

Is there anybody out there who is lost and hurt and lonely too
Are they bleeding all your colours into one
And if you come undone as if you'd been run through
Some catapult that fired you
You wonder if your chance will ever come
Or if you're stuck in square one.


La verdad es que esta ciudad es como miel a las abejas, pero venenosa como el cianuro.

Corrompe todo, pero es tan atractiva que encanta, las luces encandilan, y su imponencia sorprende.

Este vieja me sirvió para darme cuenta de que no estoy solo, de que uno piesna demasiadas cosas estúpidas, y que entre hacer eso y no pensar, es preferible no pensar.

Si tengo que vivir en esta maldita ciudad, tendré que vivir en ella, si tengo que seguir viendo a gente que ya pasó por mi vida, y se fue, bueno, tendré que seguir viéndola partir. Y si sigo tropezando en la misma piedra, una y otra vez, bueno, ahí si: es hora de que te levantes, y te pongas a ver el camino que estás tomando. Mirar adelante, pero no descuidar el camino. Para esquivar esas piedras malditas.

Así que, por salud mental, seguiré escribiendo...


(Eres igual a la brisa del mar, fresca y salada, y deja un gusto tan amargo en la garganta)

domingo, agosto 19, 2007

Mysterious Ways.

La mesa, llena de apuntes, fotocopias, libros, uno que otro lápiz, y más de una idea que se huele en el aire enrarecido de la pieza de Rodrigo. Un poco de té en una taza olvidada bajo la pila de fotocopias, daba cuenta de la condición de abandono en la que se encontraba la habitación.

El departamento -por no decir sucucho de mala muerte- estaba vacío desde la desaparición de rodrigo, algunas cucarachas aparecieron en la cocina. La podredumbre de los alimentos que estaban en el cubo de basura crearon un caldo de cultivo de enfermedades -para el que osara entrar en ese "condado del mal"- inimaginables.

Hacía una semana y 2 días que no aparecía Rodrigo. Se le había visto por última vez saliendo del campus de Ingeniería de la Universidad en la que estudiaba -donde cursaba la carrera de Derecho- donde visitó a su mejor amigo, Francisco, quién dio fe de este hecho.

Nadie se podía responder porqué el muchacho había desaparecido. El celular, que se encontraba en casa, había registrado, antes de apagarse por la falta de carga de la batería, 29 llamadas perdidas, y 15 mensajes de texto sin leer. Su familia, angustiada por la extraña desaparición, presentó una denuncia de presunta desgracia ante Carabineros, quién, en conjunto a la Policía de Investigaciones empezó a investigar sobre el suceso.

Rodrigo era un joven cariñoso, sencillo, estudioso, y brillante. En su tercer año de carrera había logrado las notas más altas de su generación, lo que le valía sus premios de Mejor Alumno en los tres años que había cursado. En el colegio, salío como Mejor Promoción, y sus amigos hablaban de lo brillante que Rodrigo es. Su polola, Isidora, explicó ante la policía que se llevaba muy bien con Rodrigo, que practicamente no peleaban, y que ella se encontraba angustiadísima por la desaparición de él. Todos sus amigos testificaron, y nadie se explicaba como había ocurrido esta tamaña desgracia.

Todos los datos recopilados señalaban que Rodrigo, aproximadamente a las 17:15, fue visto por última vez, saliendo del campus de Ingeniería, como ya señalamos, de donde venía de visitar a su amigo Francisco. Se le vio tomando un bus en dirección a su departamento, ubicado en Providencia. Antes de reunirse con Francisco, venía de clases en su facultad, donde había hablado con su polola y otros amigos. Un dato clave fue la llamada que realizó Rodrigo a sus padres exactamente después de salir del campus de Ingeniería, donde les preguntó cómo estaban, que qué habían hecho, y de cómo estaban sus hermanos pequeños.

De la investigación surgió otro dato: a las 19:49 realizó un giro en un cajero automático del sector de Providencia con Pedro de Valdivia, a aproximadamente unas 4 cuadras de su hogar. El monto del giro fue de $15.000.

Por esas casualidades, la polola de Francisco, Julia, quíen estaba con él al momento de la visita de Rodrigo a su amigo, les tomó fotografías en su celular, con lo que se pudo ver qué ropa específica vestía Rodrigo al momento de su desaparición: polera roja, con diseños de Homer Simpson (sus dibujos animados favoritos), blue jeans, zapatillas café, y una chaqueta de cotelé azul.

El portero del edificio donde vivía Rodrigo dice no haberlo visto llegar a su departamento, sin embargo, como el celular se encontraba en el departamento, no se descarta que se haya cambiado de ropa.

Todo parecía indicar que su desaparición era, por no decir menos, misteriosa.

Investigaciones determinó hacer una búsqueda del muchacho, por que se indagó en el canal San Carlos, en el Río Mapocho, en Farellones, y en otros lugares cercanos a los lugares que frecuentaba el muchacho, tales como el cerro Santa Lucía y el San Cristóbal.

Así fue todo hasta el día 13 de su desaparición, donde misteriosamente, Rodrigo apareció en la casa de su polola, vivo, y dando señas de que nada había ocurrido. Ella lo recibió asombrada, y le preguntó qué había pasado con él. Él le respondió que venía del cerro, en donde había despertado. Ella le preguntó de cómo estuvo en el cerro por 13 días, sin avisarle a nadie, preocupando a todo sus amigos y familia. Él no supo qué responder. No sabía cómo había llegado a donde se encontraba (cerca de la piscina Antilén). No sabía qué había ocurrido. Simplemente no sabía nada. Era un vacío en su mente. De lo último que se acordaba era que había llamado a sus padres, para preguntarles cómo estaban, y mandarles saludos, como siempre lo hacía. De ahí en adelante, la última imagen fue cuando la micro dobló en una esquina. De ahí, blackout. Nada de nada. Un salto hasta hoy en la mañana, cuando despertó en los juegos cercanos a la piscina Antilén, en el San Cristóbal.

Avisó a sus padres, compañeros y amigos de su regreso. Todos le preguntaron que había ocurrido, pero él les decía que no sabía. Lo llevaron al psicólogo, pero nada, una laguna mental enorme.

Nadie se explicaba ahora qué había ocurrido con él.

Todo un misterio.

Volvió al departamento, tranquilo, en paz, limpió todo, y todo volvió a ser como antes.

Misma rutina, misma vida.

¿Qué pasó?

Sólo Rodrigo sabía, pero, al parecer, ni siquiera él sabía...

Un misterio, el cual sólo él podría dilucidar.

(En tu funeral, bueno, me veo llorando; pero en la realidad, estoy riéndome de lo tonto que me veo)

sábado, agosto 18, 2007

Proyección mental.

Corría hacia el túnel.

Jadeaba.

Estaba cansado.

Su cuerpo, abatido por las noches infinitas de insomnio, no daba más.

Tenía que huír.

Debía hacerlo.

Lo seguían.

Y él no sabía lo que harían con él.

Corría, aunque su cuerpo se resistía.

No quedaba más que hacer.

Sentía los gritos de la muchedumbre que lo perseguía en esta demencial carrera.

Gritó.

En el grito, dejó escapar la preciada información que la turba buscaba.

Se tapó la boca.

Lo había estropeado todo.

Y volvió en sí.

La quietud de la sala, lo reconfortó.

Los médicos la preguntaron de cosas.

Y el respondió.

Volvió a dormir.

(Las palabras sobran, los gestos igual. Sólo tu mirada habla, y entiendo donde estoy)

Etiquetas: ,

lunes, agosto 13, 2007

Blossom.

Parecía un muñeco de nieve.

Pero distaba de serlo.

Era una amalgama de cosas.

En parte oro, en parte barro, en parte plata, en otra, bronce, y en otra agua.

Un ser que se acercaba a pasos agigantados.

Corría.

Gritaba. O más bien aullaba.

No pensaba. Emitía una extraña radiación.

Nada se le comparaba.

Era sensacional, y a la vez, burdo.

Tocaba el violín como nadie antes lo había hecho.

Una sutil melodía, que entonaba con fervor:

"Es tan graciosos hasta que alguien se hiere, luego es hilarante".

Incomprensible.

Inevitable.

El espectáculo llegaba a su fin. El telón debía cerrarse.

Pero algo ocurrió.

Las pesadas cortinas de terciopelo antiquísimo estaban inmóviles.

Nada las movía.

Nadie comprendía.

Nada.

El telón seguía ahí.

El ogro también.

Hasta que el silencio impertérrito se rompió.

El ogro, en un deseperado aullido, saltó hacia el público. Aprovechó de correr hacia la salida.

Nadie gritó, nadie se atrevió siquiera a abrir la boca.

Todos estaban tan confundidos que no supieron que hacer en el momento.

Y el ogro salió.

Nadie lo detuvo.

Y, si que nadie se percatara (todos miraban el forado que dejó el ogro), se cerró el telón.

(Imposible entender. Sólo queda aceptar)

viernes, agosto 10, 2007

Moving On...

Pensé que sería mi fin.

Pensé que quedaría devastado.

Tenía el presentimiento de que ocurriría algo, no sabía bien qué, pero algo iba a ocurrir.

Y nunca se me pasó por la cabeza que yo mismo lo iba a provocar.

Pero bueno, me doy cuenta de que fue para mejor.

De que estaba cometiendo un grave error.

Me caí, y me estoy levantando.

Cuesta, pero se puede.

Y la ayuda de los amigos, es necesaria.

Pero los tengo, sé que me están apoyando, porque por eso son mis amigos.

Ya empiezo a ver el nuevo horizonte.

Se ve lejano, pero es alcanzable.

Y esta herida, habrá que cerrarla definitivamente.

(I never thought that all of this would be for good)

miércoles, agosto 08, 2007

Miserable.

Miraba hacia afuera de su ventana.

Una singular escena se daba: dos perros follaban.

Pensó en cuanto tiempo que no veía eso.

Y se maldijo por lo bajo.

Odiaba a todo el mundo, despreciaba el amor, y las cosas buenas de la vida.

Todo esto, porque sentía que nunca pudo tener lo que él quiso.

Nunca nadie, según él, demostró amor hacia su persona. En sus cincuenta y tantos años.

Medio siglo de soledad.

Y le pesaba la condena de su condición: mil años de soledad.

Y él no estaba apurado.

Tenía todo el tiempo del mundo.

Y, mientras pacientemente esperaba, se dedicaba a vigilar al mundo feliz tras su punto de visión.

A lo lejos, caminando de la mano, una pareja se besaba apasionadamente. Los maldijo. Los odió.

Por poder amar.

Y su mente empezó el proceso habitual: autoflagelación.

Encerrado en su sucucho, jamás saldría al mundo, lo vería como un espectador anónimo. Ese ser que te odia, que te da malas vibras, pero que nunca conociste.

Todos los males, él los causa. Y su odio y rencor hacia los demás, no conoce de límites.

Así, un día caminando fuera de su departamento, siento que me mira. Ve en mi a alguien despreciable. un ser que está tratando de ser feliz, pero que a duras penas logra algo de estabilidad emocional. Y, en un acto de maldad sin precedentes, me desea que jamás lo logre: me maldice, como maldice a todo aquel que pase por su vista de halcón.

Lo llaman el diablo (una vez que te echa la maldición, no te la quitas con nada).

Y, resignado, me voy, me alejo de su vista. No sea que me eche otra maldición.

Cuidado con esa esquina.

Puede ser que te eche su mal de ojos.

(I thought that you were wise, but you were otherwise)

lunes, agosto 06, 2007

Inicio del fin (primera parte).

Sólo iba camniando por el parque.

Eran aproximadamente, las tres y cuarto de la madrugada de ese fatal jueves.

Todo estaba en calma, las flores estaban como siempre, el viento, que arremecía los árboles, en las alturas, y la fuente que rebosaba de agua.

Nada parecía fuera de lo común.

Una pareja de amantes se revolcaba en el verde pasto, mientras unos pájaros en las ramas del grueso roble, contemplaban la escena.

Y seguía caminando, divagando en su mente, colores y olores que nunca había sentido. Volaba por las nubes, al mismo tiempo que recorría el parque con sus pies.

A lo lejos, unas luces lo alertaron del peligro. Era un foco de luz del alumbrado público, solo en la oscuridad de la obscena noche.

Vio también un perro, que cruzaba la acera del parque, y el ruido del crujir de las hojas caidas, le advirtió de que lo estaban siguiendo. Sentía hielo en la espalda. "Me van a asaltar", pensó. Y apuró el paso. Sólo faltaban unas calles para llegar a casa.

Y, de reojo, vio hacia atrás.

La vista casi lo espantó, un grupo de personas, lo seguía, sigilosas. Tenían un aspecto demacrado, y al parecer, le irían a asaltar, si no se daba cuenta.

Emprendió la huída. Corrió con todas sus fuerzas. Y los dejó atrás.

cuando volvió en sí, ya estaba al frente de su casa.

Se dispuso a buscar las llaves en el bolsillo del pantalón, pero se percató de que la reja estaba abierta. Se extrañó bastante. "Nunca dejan abierto", se dijo, y procedió a entrar sigiloso. La puerta también estaba entreabierta. Pensó lo peor...


(Continuará...)

viernes, agosto 03, 2007

Carrera contra el tiempo.

Tirado en el piso, viendo las nubes pasar, colores sin igual, desfilan sobre mi cabeza.

El pasto húmedo, la brisa fresca, la sombra de los grandes árboles, y el azul del cielo: invitación a quedarse vagando un rato más.

Reloj, implacable traidor. Entre las manecillas y las bobinas, se esconde tu alma, miserable y despiadada.

No puedo hacer más que maldecirte.

Te maldigo por cada segundo que me quitas.

Te maldigo por cada momento que te llevas.

Te maldigo por cada recuerdo que se esfuma.

Te maldigo por cada cosa que me has robado.

Y me quedo, pensando en todo lo que perdí por ti, cada segundo de vida, cada aliento, cada momento, cada caricia tuya.

Infiel amigo, me ocultas tu propósito.

¿Para qué corres tan aprisa?

¿Quién te apura?

¿Será Dios?

Cada momento de placer desearía que el tiempo se congelara, y cada momento de dolor, deseo que pases implacable.

Y es que la dicotomía es sencilla.

Sirves de mucho, y eres un inútil.

Pero, de nada sirve llorar sobre la leche derramada.

De absolutamente nada.

Solo queda correr a tu paso.

Tal vez en algún punto, te alcanzaré, o incluso, te superaré.

Pero si de algo tengo la certeza, es que si te apuras mucho, puede que te alcance la muerte.

Y eso no me gustará.

Entonces, ¿cómo ir?

¿Corriendo, trotando, caminando, o aun más lento?

He corrido toda mi vida, mis pasos son largos. Pero a veces, me detengo en seco, y reposo, y es ahí cuando me tomas la ventaja.

(No te me vas a escapar, tiempo...)

jueves, agosto 02, 2007

Nadie entendía.

6:50 de la mañana.

Sórdido.

Era lo menos que se podía decir de aquel dantesco espectáculo.

Un cadaver mutilado y dejado en plena vía pública.

Insólito.

Inaudito.

Nadie sabía como había llegado el cadaver hasta esa concurrida esquina del centro.

Las mujeres llegaban a vomitar.

Y era que el cuerpo decapitado de una mujer, de aproximadamente unos 25 años, yacía en la acera.

Los perros la rodeaban, y la gente los ahuyentaba.

Los curiosos sacando fotografías en sus celulares. Los niños trataban de ver, pero los adultos, consternados les impedían ver.

Nadie se lo podía explicar.

"Un muerto, frente a mi trabajo", decían unos. Otros, "pude haber sido yo".

Inexplicable.

Era lo que realmente era.

La sutileza de los rasgos faciales de la decapitada contrastaban con el espantoso charco de sangre que la cubría. El cuerpo, desnudo, mostraba mutilaciones en brazos, piernas y en el tórax.

La policía llegó prontamente. Cubrieron el cadaver. La Brigada de Homicidios llegó al lugar del suceso.

Una mujer desmayada recuperaba la conciencia.

Nadie entendía.

Los primeros peritajes señalaron que la mujer fue decapitada con un intrumento de hoja fuerte, al parecer, una hacha. Y las demás mutilaciones, fueron hechas con un cuchillo carnicero, al parecer bastante afilado.

Nadie entendía.

Imposible.

Luego, se cierra el telón, y la obra llega a su fin.

La víctima se levanta, y junto a los actores, al abrirse nuevamente el telón, se inclina, y hace una reverencia ante el público.

La ovación popular, llena la sala.

Se cierra finalmente el telón.

miércoles, agosto 01, 2007

Suicidio

Este semestre, me suicidaré académicamente hablando.

En serio.

Entre Procesal con Núñez, Civil con Cámpora y Núñez, Económico con Jaederlund, y Comercial, la vida se ve corta.

Habrá que aprobarlo todo, y con buena nota, ya que el lujo de que baje el ranking sería fatal.

(¿Qué me daparará el futuro?)